Período enero-junio 2014
El presente informe analiza los reclamos realizados por la tele-audiencia a este Observatorio, integrado por AFSCA, INADI y CNM, en relación a los mensajes de radio y TV que consideró ofensivos, estigmatizantes y/o discriminatorios.
La muestra está conformada por 240 reclamos[1] recibidos durante el primer semestre del año 2014 a través de los correos electrónicos (observatorio@afsca.gob.ar y 0800@inadi.gob.ar) y de la página web (www.obserdiscriminacion.gob.ar) cuadruplicando la cantidad de consultas habidas en el año 2011[2]. Este dato demuestra la voluntad de participación de la ciudadanía, su capacidad de empoderamiento en pos de defender sus derechos comunicacionales y el reconocimiento de este Observatorio como espacio para vehiculizar reclamos hacia los/as productores/as de los medios, más allá de contar también con otros canales para efectuar este tipo de reclamos.
Asimismo es destacable que estos reclamos relevados ofrecen mayores precisiones en cuanto a los segmentos que identifican como discriminatorios que junto a fundamentadas argumentaciones dan cuenta de un interés particular acerca de los postulados de la Ley N° 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual y de los Derechos Humanos en general[3].
El objetivo de este relevamiento entonces es dar cuenta de la percepción sobre los tratamientos mediáticos que serían discriminatorios según lo manifestado por los/as usuarios/as de radio y TV que hicieron llegar al Observatorio sus consultas y/o reclamos. En este marco sus mensajes fueron categorizados bajo ejes nominados como violencia contra las mujeres, diversidad sexual, salud, migración, nacionalidad, etnia, discapacidad, condición social, edad, religión y aspecto físico. Aunque cabe aclarar que la definición de las categorías de análisis elegidas no debe entenderse como taxativa, en tanto las mismas constituyen problemáticas complejas originadas por múltiples y variables causas.
En efecto, muchos de estos casos registraron una discriminación múltiple a partir de la yuxtaposición de distintos motivos y ámbitos de discriminación, cuando se discrimina por ejemplo a mujeres migrantes o a niños/as en situación de pobreza. Este tipo de discriminación deriva de la combinación de varios factores que, juntos, producen algo único y distinto de cualquier forma de discriminación de un solo tipo. De manera que si bien la mayor parte de los reclamos recibidos podrían encuadrar en más de un tipo de violencia, a los fines de este análisis el Observatorio optó por clasificar cada caso según la temática predominante o principal.
RESULTADOS
Del total de reclamos recibidos durante el primer semestre del año 2014, el 85,4% corresponden a contenidos emitidos por televisión y el 14,6% a radio. De los casos televisivos, el 93,7% proviene de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de la Provincia de Buenos Aires mientras que sólo el 6,3% fue formulado desde otras provincias de nuestro país. En radio esto se modifica sustancialmente ya que allí el porcentaje asciende a un 37,1% porque, según los reclamos, diversas frecuencias locales difunden contenidos estigmatizantes y/o discriminatorios. Por otra parte, el 27,3% del total de los reclamos correspondió a avisos publicitarios televisivos y no se registraron observaciones a la publicidad de radio.
*La categoría “Otros” incluye los reclamos que no se trabajaron desde el Observatorio de Radio y TV en tanto estaban por fuera de la órbita de este espacio (Internet , Gráfica, Vía pública) o que no constituían, según el equipo de especialistas, un acto de violencia o discriminación.
Tal como se observa en el Gráfico 1, que expone los resultados generales, la temática con mayor presencia en los reclamos es la violencia de género con un 37,1%, manteniéndose la tendencia presente en los informes realizados en 2011[4] y 2013[5].
Consideramos discriminación por motivos de género, específicamente a la violencia contra las mujeres porque esta violencia es el tipo socialmente más extendido, no obstante partimos de que el género es una construcción sociocultural e histórica que admite una multiplicidad de identidades sexuales.
La violencia contra las mujeres que se manifiesta a través de los medios de comunicación, sea de cualquier tipo o modalidad citada en la Ley N° 26.485 de Protección Integral de las Mujeres, es lo que se conoce como violencia mediática. La violencia mediática puede abarcar desde el mal tratamiento de un caso de violencia extremo como un femicidio, hasta situaciones de violencia simbólica como una estigmatización o una cosificación realizada por los/as comunicadores/as que reproducen y refuerzan la violencia y las formas de discriminación hacia las mujeres.
Dado que la violencia contra las mujeres resultó el eje de discriminación que concentró el mayor porcentaje de cuestionamientos por parte del público, se realizará en primer término un análisis más detallado de las categorías que conformaron este eje, tal como muestra el Gráfico 2, para continuar luego con el desarrollo de las observaciones acerca de la clasificación general de los reclamos.
Dentro de este eje, como en los relevamientos realizados otras veces, abundan los reclamos por tratar a las mujeres como objetos sexuales tanto en los programas como en las publicidades (23,9%) o donde las mismas son estereotipadas en roles fijos que no admiten cambios como los que las ubican como sumisas amas de casa o mujeres despechadas y/o histéricas (22,7%). En esta ocasión, un dato que merece la pena ser destacado, es la considerable cantidad de reclamos que advirtieron sobre la naturalización y hasta justificación con la que en algunos programas se exhibe el acoso y/o el abuso de índole sexual (18,9%). Esto se hizo evidente por ejemplo en la copiosa cantidad de mensajes relacionados a la temática de acoso callejero llegados tras las declaraciones del Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y la cobertura que distintos/as periodistas y conductores/as hicieron sobre la práctica de piropear aún groseramente a las mujeres.
También se cuestionaron algunas coberturas sobre femicidios que los abordaban de manera incorrecta (2,2%). Finalmente, fue llamativa la gran cantidad de reclamos relativos a la violencia mediática ejercida sobre mujeres (32,3%). Esto pudo observarse con claridad en el repudio al maltrato que ejercen algunos famosos conductores televisivos y radiales sobre compañeras, colegas u otras mujeres del medio. A modo de ejemplo, podemos hacer referencia a la situación que tuvo como protagonista a un conductor de programas de espectáculos y a una modelo y ex integrante del programa “Gran Hermano”. El conductor utiliza la apertura programa para hacer público su enojo por la decisión de ella de difundir una serie de mensajes de textos que refieren a un flirteo “clandestino” entre ambos. El conductor se victimiza y descarga un sinnúmero de expresiones y amenazas contra la modelo que generan un discurso de violencia mediática. También hemos recibido, a partir de actitudes de éste y de otro conductor, reclamos en virtud de frases y expresiones violentas dirigidas hacia colegas en relación a aspectos profesionales. Respecto a estos hechos, convocamos a las respectivas producciones con el objetivo de transmitirles los reclamos y coordinar una serie de acciones tendientes a corregir y optimizar la comunicación con las audiencias, apelando a la necesidad de evitar situaciones en las que prevalezca la violencia en cualquiera de sus formas.
Asimismo, los reclamos hacia los avisos publicitarios televisivos, en sintonía con algo que manifestamos en nuestro informe sobre Publicidades Sexistas del año 2014[6], se dirige a la reproducción de un modelo de masculinidad hegemónica que de alguna manera rechaza o subestima a las mujeres y a los varones que no lo comparten. En menor medida se recibieron reclamos sobre publicidades televisivas referidos a la acostumbrada cosificación femenina en este género.
Continuando con la clasificación general de los reclamos –Gráfico 1–, el segundo lugar corresponde a los cuestionamientos referidos a discriminación por condición social con un 21,3%, cuya tendencia se triplicó en los últimos cuatro años[7], dato que verifica una especial sensibilidad de las audiencias con esta temática.
En esta oportunidad, aparece de modo fuertemente marcado la criminalización de ciertos trabajos ejercidos predominantemente por jóvenes varones de las clases populares. Por ejemplo, cadetes y mensajeros que utilizan motocicletas como medio de transporte, a los cuales coloquialmente se denomina “motoqueros”. A raíz de la gran cantidad de reclamos recibidos por la utilización del término “motochorro” este Observatorio redactó un informe[8] en tanto esta denominación se extendió a tal punto que prácticamente se convirtió en un sinónimo de “motociclista” o “motoquero” que sin dudas preocupa y genera un interés particular en los/as usuarios/as de motos, tal como fue reflejado en múltiples reclamos. En este sentido, agregamos que ya en otros informes el Observatorio trabajó la idea de la “peligrosidad” que estereotipadamente se adjudica a quienes desarrollan trabajos informales tales como los cuida-coches o quienes recolectan cartón, popularmente llamados “trapitos”[9] y “cartoneros”, respectivamente.
Continuando con este eje, otros planteos del público se refirieron a la descalificación acerca de la enseñanza que se imparte en las escuelas públicas que fueron calificadas como escuelas para “piqueteros”. Respecto de esto, el Observatorio se expresó[10] para dar cuenta de la desvalorización que un periodista enfáticamente hizo sobre los y las docentes estatales, su desestimación de los padres y de las madres en cuanto a su elección de los establecimientos escolares para sus hijos/as y aún sobre los/as propios/as estudiantes, como así también sobre los propios militantes sociales o “piqueteros/as”.
En el extremo opuesto, también se recepcionó un reclamo por descalificar los pensamientos que podrían tener las “señoras gordas”, un estereotipo que en sí mismo reúne una posición social, estética y de género aunque entendemos que en el contexto del discurso analizado prevalece aquello que se vincula con referirse despectivamente a los sectores sociales acomodados. Al mismo tiempo, recibimos un cuestionamiento acerca del tratamiento que merecían las empleadas de casas particulares en la ficción “Guapas” donde efectivamente se las ridiculiza natualizándose su maltrato, incluso el acoso sexual que padecen. En este sentido, y como no es en esta única ficción en donde se dispensa ese tipo de tratamiento a estas trabajadoras retomamos algunas de las observaciones realizadas en el Informe sobre la representación televisiva de las trabajadoras en casas particulares del 2012[11]. Allí se concluye que no se visibiliza la diversidad existente entre las mujeres que se desempeñan en estas actividades, así como se apela a viejos estereotipos para describirlas como “segundas”, “pobrecitas”, “cándidas”.
En tercer lugar se encuentra el eje de niñas, niños y adolescentes con el 17,9%. La mayoría de estos reclamos refirieron a una publicidad de bolsas de residuos en la que una niña manifestaba su deseo de que como regalo por sus quince años se le pagara una operación estética de aumento de busto. El Observatorio realizó un informe[12] sobre el anuncio y mantuvo una reunión con la empresa y agencia responsable, cuyos representantes manifestaron que a partir de lo señalado por el informe la empresa dio de baja dicha pauta publicitaria.
Asimismo hubo observaciones para contenidos en los que se reproducían diferentes modos “para que tu bebé te haga caso” tendientes a apologizar la violencia hacia niños y niñas, como así otros otro avisos en los que se estereotipaban sus roles.
En cuarto lugar encontramos la categoría de xenofobia con el 4,2%. En este caso resultaron representativas las denuncias por un comercial que con la excusa del Mundial de Fútbol ridiculizaba pautas culturales iraníes[13] que fueron atendidos oportunamente por este Observatorio. Por otra parte, fue frecuente el señalamiento de algunos programas periodísticos por asociar de modo directo algunas nacionalidades con delitos como el narcotráfico.
La discapacidad, así como la orientación sexual e identidad de género, que otrora generaron mayor cantidad de reclamos, esta vez se igualaron con 2,9% cada una.
En el primer caso, tal como lo señalamos en nuestro reciente Monitoreo del tratamiento y representación de las personas con discapacidades en la TV[14] la mayoría de los canales comenzó a cumplir con los criterios de accesibilidad y este colectivo comenzó, entonces, a ser más tenido en cuenta como público. No obstante en el mismo monitoreo establecemos que las personas con discapacidad siguen siendo estereotipadas, tratadas de incapaces, infantilizadas o directamente invisibilizadas.
Respecto de los reclamos por diversidad entendemos que los mismos disminuyeron porque la temática en general está mejor tratada a partir de la sanción la Ley N° 26.743 de Identidad de Género en mayo de 2012 y la Ley N° 26.618 de Matrimonio Igualitario sancionada y promulgada en julio de 2010. Sin embargo, aún existen casos que ameritan la intervención del Observatorio en tanto niegan la entidad de esas leyes. Por ejemplo, en un segmento de C5N, un conductor y los/as panelistas espectacularizan la diversidad sexual en un debate sobre si una mujer trans sería mamá o papá. En este contexto se desarrollan expresiones como “la sociedad está rara”, “está disfrazado de mujer” o la caracterizan directamente de “perversa”[15]. Este tipo de construcciones refuerza la idea de que el único modelo de familia posible o existente es la heterosexual como ocurre también en otro caso analizado que refiere a un programa del Canal 6 de Posadas, Misiones. Allí se refiere a la dinámica de las familias actuales, su modalidad de funcionamiento como institución social y a los roles asumidos por cada uno/a de sus integrantes, desde una mirada de familia tradicionalista y heteronormativa[16]. En otros casos se trabajó sobre referencias discriminatorias en un programa radial hacia las personas intersex, donde se las trata de “monstruosas” y se banaliza la normativa vigente en esta materia[17].
Es preciso señalar que este Observatorio integra el espacio “Diversidad” junto a cada uno de los Organismos del Estado Nacional desde el cual se generan acciones orientadas a la optimización del tratamiento de estas temáticas. En tal sentido, durante el pasado año, se han realizado capacitaciones, talleres, jornadas, con un amplio nivel de participación de profesionales de medios, funcionarios/as, y demás representantes especialistas en la temática.
En séptimo lugar, con el 2,1%, encontramos los reclamos que clasificamos bajo la categoría salud puesto que se trató de enfermedades utilizadas como insultos o consideraciones despectivas. Por ejemplo, en una publicidad de yogurt se utiliza un slogan que establecía que una persona no podía ser bella si no estaba sana. Si bien el comercial pretendía contrarrestar el extendido discurso de que para ser bella/o se debe ser delgada/o, distintos/as televidentes manifestaron que por padecer una enfermedad sus hijos/as no dejaban de ser bellos/as. En este sentido se convocó a los/as responsables del aviso que inmediatamente cambiaron ese slogan y explicaron que en su interés por querer acabar con el estereotipo de belleza única, no habían pensado en que, sin voluntad alguna de ello, estaban discriminando a un sector de la población[18].
Como hemos dicho al referirnos a la categoría salud, la obesidad es una enfermedad. No obstante, la misma en los segmentos observados a partir de los reclamos recibidos no se invoca como tal, sino para burlar a alguien que por alguna característica física no sería acorde a los cánones de belleza que estipulan mujeres y hombres esbeltas/os y delgadas/os. De manera que reclamos de este tipo, así como otros que refieren a la discriminación por aspecto físico, reunieron un 1,7% de los reclamos. Cabe mencionar que desde este espacio también se elaboró un informe sobre el programa “Cuestión de Peso” debido a los numerosos reclamos recibidos, por el tratamiento que se otorgaba acerca de la obesidad[19].
Respecto de la discriminación por religión, se mantuvo -o aún disminuyó- la cantidad de reclamos registrados por el tratamiento ofensivo que se realiza en algunos programas sobre la práctica de distintos cultos. Empero, aunque sólo un 1,7% de los reclamos del público refirieron al tratamiento del culto evangélico, judío o católico, este año el Observatorio hizo un relevamiento sobre el tratamiento televisivo del culto umbanda a partir de una denuncia formulada por la Asociación Religiosa Argentino Africana Omi-o Baba, Fraternidad Cabocio Jaguaraci.
Por su parte, adultos mayores constituyó el 1,2% del total de los reclamos. Esta temática contó con numerosas referencias de un conductor radial que pronunció diversos comentarios despectivos sobre mujeres adultas, insultándolas y afirmando que no sirven para nada, faltando a toda convención de derechos humanos y trato respetuoso. Este Observatorio hizo llegar al conductor en reiteradas oportunidades distintos informes por hacer apología de la violencia de género[20] y por discriminar a los pueblos originarios[21], sin que modifique sus comportamientos discursivos.
Justamente respecto de los Pueblos originarios se han recibido algunos pocos reclamos, 1,2%, y una vez más creemos que tiene que ver con la invisibilización que sobre ellos se hace. Los reclamos referentes a esta temática refieren a tres programas de radio en los que se continúa apelando a la vieja dicotomía de civilización-barbarie tristemente fundante de nuestro país. Es notable que la mayor parte de estos reclamos son provenientes de las provincias de Santiago del Estero y Córdoba en tanto se trata una temática más local de las propias comunidades y lugareños, que es invisibilizada en otras localidades. En este sentido es importante mencionar, si bien no corresponde al período de reclamos relevado en esta oportunidad, que durante el segundo semestre de 2014 se han recibido numerosos reclamos en relación a la campaña de un conocido vino de la bodega Uxmal, en la cual se presentaban representaciones estigmatizantes y discriminatorias, hacia las personas de los pueblos indígenas originarios[22]. Tras recibir nuestro informe tanto la agencia como la empresa, decidieron levantar dichos avisos para incorporarles las modificaciones pertinentes.
CONCLUSIONES
Asistimos a una comunicación más fluida y comprometida entre la sociedad civil y el Estado nacional. La profundización de este espacio de participación e interacción, en el que se intercambian informaciones y experiencias, se traduce también en la cuadruplicación de los reclamos en el Observatorio los últimos tres años.
Asimismo, la calidad de los reclamos da cuenta de una mayor concientización acerca del poder de los medios de comunicación en la sociedad. En esta oportunidad las consultas fueron efectuadas en su mayoría por particulares, a diferencia de otros años cuando se recibieron mayor cantidad de consultas formuladas por investigadores/as, estudiantes o periodistas con algún recorrido en materia de comunicación, discriminación o temáticas similares.
Más allá de estos avances, aún queda un arduo trabajo para lograr una comunicación más inclusiva y democrática a nivel federal. En ese marco, este Observatorio recorrió durante el año 2014 las distintas regiones del país, difundiendo los trabajos y recomendaciones de distintas temáticas en pos de de visibilizar y concientizar sobre determinadas cuestiones que están naturalizadas en nuestra sociedad y cultura.
En relación a esto, nos parece relevante destacar que justamente entre las temáticas cuyo número de reclamos descendió notoriamente respecto años anteriores encontramos aquellas que cuentan con nuevos marcos legales que, tal como ya se ha dicho, pueden ejemplificarse con las vinculadas a diversidad sexual.
Para finalizar recordamos que aquellos/as que deseen realizar reclamos por algún contenido de radio o TV que pudiera resultar discriminatorio, pueden comunicarse con este espacio vía mail a observatorio@afsca.gob.ar y a 0800@inadi.gob.ar, a través de nuestra página web www.obserdiscriminacion.gob.ar o telefónicamente al 0800-999-2345.
[1] Precisamos que se recibieron algunos otros reclamos que por ser muy generalistas no fueron contabilizados. Por ejemplo se denunciaron programas de espectáculos, noticieros o ficciones sin ofrecer detalles del horario de los segmentos cuestionados para que pudieran ser relevados; se mencionaron radios de las cuales no se dieron datos para ubicar el material considerado discriminatorio o se hicieron reclamos sobre marcas sin señalar los spots que habría que revisar. Asimismo se recibió una importante cantidad de consultas vinculadas con la búsqueda de información sobre comunicación y discriminación, pedido de entrevistas o capacitaciones y cuestiones semejantes. Todos esos mensajes fueron atendidos aunque no forman parte de la muestra.
[2] El relevamiento anual de Junio de 2010 a Mayo de 2011 contó con un total de 148 reclamos. Disponible en: http://www.obserdiscriminacion.gob.ar/?p=1129 (Consultado el 11 de febrero de 2015).
[3] No obstante, aún llegan a este espacio reclamos por contenidos cuyos soportes son internet y gráfica (5,8%), cuestiones que escapan al alcance y acción de este Observatorio de Radio y TV. En los casos en los que los reclamos son de internet se derivan a la Plataforma por una Internet Libre de Discriminación del INADI.
[4] Disponible en: http://www.obserdiscriminacion.gob.ar/?p=1129 (Consultado el 11 de febrero de 2015).
[5] Sobre los resultados obtenidos durante el año 2013 no se elaboró un informe particular, no obstante se relevaron 188 casos de los cuales el 71,2% correspondió a violencia de género; el 6,3% a diversidad sexual al igual que a religión; el 5,3% a salud; el 4,2 % a condición social mientras que discapacidad, etnia, edad, nacionalidad, nivel educativo y aspecto físico ocuparon un 1,1% cada uno.
[6] Disponible en: http://www.obserdiscriminacion.gob.ar/?p=2584 (Consultado el 11 de febrero de 2015).
[7] Ver http://www.obserdiscriminacion.gob.ar/?p=1129. Esta categoría creció un 13,6 % entre 2011 (7,6%) y 2014 (21,2%) y es aún más fuerte si consideramos el 4,2% arrojado en 2013.
[8] Disponible en: http://www.obserdiscriminacion.gob.ar/?p=2341 (Consultado el 11 de febrero de 2015).
[9] Disponible en: http://www.obserdiscriminacion.gob.ar/?p=1067#more-1067 (Consultado el 11 de febrero de 2015).
[10]Disponible en: http://www.obserdiscriminacion.gob.ar/?p=2242#more-2242 (Consultado el 11 de febrero de 2015).
[11] Disponible en: http://www.obserdiscriminacion.gob.ar/wp-content/uploads/2012/12/Informe-Trabajadoras-FINAL.pdf (Consultado el 11 de febrero de 2015).
[12] Disponible en: http://www.obserdiscriminacion.gob.ar/?p=2258 (Consultado el 11 de febrero de 2015).
[13] En estos casos no se hicieron vinculaciones directas a su religión por eso tales reclamos no fueron registrados en el eje de discriminación religiosa.
[14] Disponible en: http://www.obserdiscriminacion.gob.ar/wp-content/uploads/2014/10/MONITOREO-DE-LAS-DISCAPACIDADES-EN-TV4.pdf (Consultado el 19 de enero de 2015).
[15] Disponible en: http://www.obserdiscriminacion.gob.ar/?p=2364#more-2364 (Consultado el 19 de enero de 2015).
[16] Disponible en: http://www.obserdiscriminacion.gob.ar/?p=2238#more-2238 (Consultado el 19 de enero de 2015).
[17] Disponible en: http://www.obserdiscriminacion.gob.ar/?p=2464#more-2464 (Consultado el 19 de enero de 2015).
[18] Disponible en: http://www.obserdiscriminacion.gob.ar/?p=2358 (Consultado el 26 de enero de 2015).
[19] Disponible en: http://www.obserdiscriminacion.gob.ar/?p=1916#more-1916 (Consultado el 20 de enero de 2015).
[20] Disponible en: http://www.obserdiscriminacion.gob.ar/?p=1649#more-1649 (Consultado el 20 de enero de 2015).
[21] Disponible en: http://www.obserdiscriminacion.gob.ar/?p=987#more-987 (Consultado el 20 de enero de 2015).
[22] Disponible en: http://www.obserdiscriminacion.gob.ar/?p=2690#more-2690 (Consultado el 20 de enero de 2015).