Se reconoce en Argentina al 17 de mayo como el Día Internacional de Lucha contra la Discriminación por Orientación Sexual e Identidad de Género, en conmemoración de la eliminación de la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales por parte de la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud en 1990.
En varios lugares del mundo se denomina aún a esta fecha como el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia. La diferencia es producto de la reflexión que se ha dado respecto del sufijo “fobia”, el cual hace alusión a un trastorno de ansiedad. Distinto es hablar de discriminación, vocablo que refiere a un acto de rechazo y violencia voluntario y consciente.
En la última década tuvo lugar en nuestro país un importante cambio cultural, social y político en favor del respeto por los derechos de la población LGBTIQ+. Gracias en gran medida a la lucha de los colectivos LGBTIQ+, la evolución ha alcanzado incluso reformas normativas de relevancia, como la promulgación de las leyes de Identidad de Género (26.743) y la de Matrimonio Igualitario (26.618).
Sin embargo, la discriminación contra las disidencias sexo-genéricas sigue constituyéndose como una problemática alarmante, y dan cuenta de ello los 152 crímenes de odio efectuados durante el año 2020, según consta en el último informe del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT. Sumemos a este dato el gran número de ataques contra personas de la disidencia, y la desaparición de Tehuel de la Torre, quién hace más de dos meses salió de su casa rumbo a una entrevista laboral y desde entonces se desconoce su paradero.
Este 17 de mayo es una buena oportunidad para reflexionar junto con los medios de comunicación social y resaltar la importancia de informar respetando las orientaciones e identidades sexuales, evitar las discriminaciones, y ayudar a visibilizar las problemáticas de la población LGBTIQ+ para que podamos decir “nunca más” a los crímenes de odio.