Autora: Sabrina Farji
Durante el V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe en el año 1990, se decretó el Día Latinoamericano de la Imagen de las Mujeres en los Medios de Comunicación. Se recuerda dicha conmemoración, con fecha 14 de septiembre, en todos los países de América Latina. Ahora, finalizando el año 2021, observamos que en 31 años nada ha cambiado sustancialmente y que algunos ejes se han profundizado. Lo que sí ha cambiado es la percepción de las mujeres, y especialmente lxs jovenxs, sobre sí mismxs como sujetos de derechos. La sociedad se ha permitido pensar el tema de la maternidad, con la ley del aborto recientemente lograda. Todos estos ejes ayudan a armar una red de estrategias que colaboran a pensar un futuro mejor, más real de acuerdo con la representación de la sociedad toda. Si pensamos que la humanidad está conformada en un 50 y 50,los medios de comunicación no pueden seguir perpetuando modelos donde las mujeres aparecen sobrepresentadas.
Entendemos a los medios de comunicación como transmisores de modelos culturales sobre las relaciones de poder entre mujeres, varones y disidencias. Estos medios forman parte de la construcción cotidiana del conjunto de actitudes, modos de pensar, de sentir, maneras de actuar, definidas entre sexos.
A lo largo de la historia, se evidencian estereotipos de belleza que no reconocen la diversidad de las mujeres, sino que validan únicamente la delgadez y la juventud. Y en el ejercicio de posicionar dicho prototipo, se ofrecen productos y comportamientos para acercarse a cumplir socialmente con ello. Entonces, la exhibición del cuerpo de las mujeres como producto conlleva a la invisibilización de ellas como sujeto de derechos.
En estos anuncios las mujeres no pensamos, no creamos, no debatimos, no existimos, sino para el placer del otro. Nos alejan de la construcción de lo político, lo científico, lo histórico, ya que nos ubican en roles tradicionales del espacio hogareño atribuidos.
Si bien se ha estado trabajando en distintos medios de comunicación a través de seminarios sobre Ley Micaela y capacitaciones acerca de cómo tratar temáticas de género, femicidios y violencias implícitas y explícitas, pareciera que no es suficiente, ya que se sigue “culpando” a la víctima del femicidio, se pone en duda a su persona, se cambian los ejes de la realidad. De esta manera, se profundiza la “grieta” sobre la posibilidad de un cambio. Se debe entender que el feminismo busca una sociedad más igualitaria, y para eso también se necesita a los varones. Que la igualdad no solo es para las mujeres y disidencias, sino que se enfoca también en nuevas masculinidades, más realistas, sin necesidad de sobreactuar machismos, que lo único que llevan es frustración. Y sabemos que, a mayor frustración e impotencia, mayor violencia, y es así cómo se perpetua un modelo que en definitiva me lleva a preguntar: ¿quién gana con este modelo?
La realidad es que de un estudio del Observatorio Emilia Saleny sobre representación de mujeres en el cine argentino (2018), el análisis arroja que de las diez películas argentinas más vistas solo el 37% de los personajes son mujeres. Respecto a los roles que ellas ocupan en los filmes, las protagonistas son un 19%, las coprotagonistas, el 69%, los papeles secundarios representados por mujeres, el 29%, y los del reparto, el 40%. Y de los personajes que reciben comentarios sobre su físico, el 64% son mujeres.
Recientemente, CIMA Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales de España ha generado el “Decálogo de Buenas Prácticas en el Audiovisual”, cuya finalidad consiste enproyectar en los medios periodísticos y publicitarios, a través de las noticias y comerciales, una imagen de la mujer libre de estereotipos y discriminaciones, que reafirme su diversidad cultural, étnica, social y económica, acorde a los avances logrados.
Con el objetivo de introducir el aprendizaje del audiovisual desde la igualdad entre niñas, niños y jóvenes, CIMA propone, en el Día del Cine Español, la presentación del “Decálogo de Buenas Prácticas” de manera simultánea en centros educativos de toda España, como herramienta para ayudarlos y ayudarlas a detectar estereotipos de género en los relatos.
Aquí, en nuestro país, ¿nos hemos preguntado acaso cómo los libros nos cuentan la historia de nuestra patria? ¿Se nos ha dado un espacio para comentar y entender dónde aparecen las mujeres en los libros de historia?
Por todo esto, resulta necesario propiciar cotidianamente la reflexión sobre cuál es el rol de las mujeres en los medios, promoviendo un trato respetuoso, inclusivo y no sexista. Es un trabajo colectivo y necesario.
— SABRINA FARJI
Biografía breve
Directora, guionista, showrunner, productora.
Es fundadora de Zoelle Producciones (2002). Miembro de DAC, Academia de Cine de Argentina, y parte de la comisión directiva de La Mujer y el Cine. Delegada de Mujeres Audiovisuales Iberoamericanas por CIMA (España), profesora de Guion y Dirección Audiovisual, consultora y tutora de proyectos audiovisuales. Dicta regularmente talleres y cursos de capacitación de guion de cine y televisión y dirección de cine y televisión.
Ha dirigido y producido películas y miniseries como Trópico, Fronteras, El Paraíso (miniserie nominada al Martín Fierro), Eva y Lola, La Voz, Desmadre, fragmentos de una relación y Los Felices. Actualmente finaliza el largometraje documental Mariquita, estrena la comedia romántica Ex Casados, con Roberto Moldavsky y Jorgelina Aruzzi, y trabaja en la posproducción de las series Mujeres de Cine, ambas ganadoras del concurso FOMECA.