Noviembre 2011
El Observatorio de la Discriminación en Radio y Televisión a través del presente informe expresa su opinión sobre la exposición una adolescente menor de edad, en el programa “Pasión de Sábado” y el posterior tratamiento realizado sobre el tema en los programas AM y PM.
El pasado 15 de Octubre el programa “Pasión de Sábado” -dedicado a la difusión de grupos musicales pertenecientes al género tropical- emitió el segmento “La Chica Pasión”, concurso que convocaría a mujeres mayores de 15 años para ser seleccionadas como futuras secretarias del programa. En ese contexto, las participantes desfilan y bailan ante el jurado, formado, entre otros integrantes, por el conductor Hérnan Caire. La joven que resulte ganadora del certamen además obtendrá la suma de 5.000 pesos.
Durante la citada emisión del programa se presentó a una adolescente de catorce años[1], que cumpliendo con la consigna del concurso, bailó y desfiló frente al jurado y al público presente en el estudio. Las coreografías realizadas por la participante estuvieron caracterizadas por movimientos sensuales y fueron exhibidas a través de la utilización intencional y reiterada de primeros planos de sus glúteos. A lo cual se sumaron las constantes y notorias exclamaciones pronunciadas por el conductor, al mencionar las medidas corporales de la joven mientras se meneaba, concluyendo con la desafortunada expresión: “¿Le das?”.
Frente a la exposición de una menor de edad como objeto sexual, los programas AM y PM realizaron informes críticos sobre el concurso realizado en Pasión de Sábado, que llaman a la reflexión en torno al tratamiento de las mujeres y -sobre todo- de las menores de edad en el ciclo cuestionado. Ahora bien, Leo Montero, conductor de AM y de PM califica a la joven como “bastante ligerita”, mientras a modo de justificación otra de las panelistas Claudia Segura sostuvo en PM que las jóvenes de la “raza de gente humilde”, “fuman paco o lo huelen” y tienen problemas de “valores”, como si fueran genéticamente asì. De esta manera la panelista promueve un discurso doblemente discriminatorio en tanto que contiene una visiòn negativa de los grupos de menores recursos econòmicos, y especialmente de las mujeres y niñas pertenecientes a esta clase social. Además, desde este Observatorio, entendemos que el concepto de raza se encuentra cuestionado ya que no tiene ningùn basamento cientìfico y únicamente sirve para expresar ideas racistas, las que sólo son producto del prejuicio.
De modo que si bien el Observatorio reivindica el punto de vista de alertar respecto del uso abusivo de la imagen de una menor de edad y algunos de los conceptos que allí se vertieron, para nada suscribe a algunas de las tesis que en AM/PM se esgrimieron. Como hemos indicado, Claudia Segura refiere a la falta de valores de la “raza humilde” asociando una determinada condición socio-económica al libertinaje y el uso de drogas.
En ese sentido, a raíz de las criticas recibidas, “Pasión de Sábado” realizó una visita a la casa de la joven participante y entrevistó a su madre, para verificar que aquella dio consentimiento para que su hija se presentara en el programa. Ahora bien, ni el permiso de los progenitores, ni la humildad de su hogar validan la violencia simbólica contra las mujeres y el modo abusivo de presentar a la joven; así tampoco “su sueño de ser bailarina” y que el programa sea la oportunidad para lograrlo. Desde esta instancia no se está juzgando al padre y madre de la menor, sus anhelos o procedencia; sino que se cuestiona la responsabilidad que les corresponde a los responsables del programa y del canal por exhibir de forma erótica a una menor de edad.
Actualmente asistimos permanentemente a un discurso televisivo donde abundan imágenes de niños/as, que presentan conductas propias del mundo adulto. Es frecuente ver en la pantalla programas en los que participan niños/as y púberes en concursos televisivos de baile de contenido erótico o campañas publicitarias protagonizadas por “pequeñas/os modelos”. Imágenes y contenidos como los que son objeto de nuestro análisis, se convierten así en escenas de la vida cotidiana asociando la infancia con la seducción y el erotismo.
Uno de los efectos de este fenómeno es la adultización de la niñez y dentro de las diversas formas que definen este concepto, la erotización precoz es uno de sus mayores riesgos para la constitución subjetiva. Debido a cuestiones que hacen a su desarrollo madurativo y cognitivo, la erotización en los niños y las niñas anticipa conductas y comportamientos precoces para los cuales ellos/as no se encuentran en condiciones de elaborar y tramitar psíquicamente. Ciertas formas de vestirse, sobre todo en las niñas, una excesiva preocupación en la apariencia física, en el modo de maquillarse, sumadas a situaciones de connotación sexual, muchas veces facilitadas por el rol asumido por algunos/as adultos/as (conducción) y su manera de dirigirse hacia ellas/os, propician formas de comportamiento donde hay una sobrevaloración del erotismo.
Según se sostiene en el trabajo “Erotismo. Estudio sobre televisión, erotismo y pornografía”, realizado por los/as profesionales del Area de Evaluaciones de la Autoridad de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA): “La sexualidad humana aparece en forma temprana a través de la libidinización del cuerpo del niño por parte de sus padres, mientras que la sexualidad orgánica aparece en forma tardía. Este desfasaje en la sexualidad resulta traumático, pero al mismo tiempo nos humaniza, porque la sexualidad humana no es instintiva, es histórica está determinada por la cultura y el deseo”[2].
Es indudable que hay diversos factores que influyen en este tema, uno de ellos se encuentra determinado por el peso que representa en nuestra sociedad la cultura de la imagen. Se van estableciendo patrones de comportamiento en el “ cómo debemos ser y a su vez cómo se espera que seamos”.
La adultización también puede ser inducida por el rol asumido por los padres y las madres que proyectan en sus hijos e hijas deseos propios, en el afán de que triunfen en determinado concurso o programa televisivo, con todas las implicaciones, costos y presiones que este lugar representa para los/as niños/as.
Estos modelos provocarían en los niños y niñas diversos sentimientos que pueden repercutir de manera significativa en su subjetividad, quedando expuestos a situaciones de riesgo para su sano desarrollo.
Respecto de este caso, “Pasión de sábado” emitió un comunicado en el cual establece que el programa está dedicado a toda la familia y que además promueve un género musical que no tiene lugar en otros espacios. Allí argumenta también que brinda una salida laboral que es “para muchos de estos chicos la única opción que les queda en la marginalidad en la que viven”. Sin embargo, desde este espacio consideramos que esta argumentación no exime al programa sobre el tratamiento realizado a la imagen de la mencionada niña. Sin perjuicio de ello este Observatorio considera que el programa aludido reproduce sistemáticamente una mirada sexista, ya que en reiteradas ocasiones se observa la utilización intencional de primeros planos de los glúteos de las chicas que allí bailan, sean mayores o menores de edad, además de recurrir a chistes en los que las mujeres suelen ser discriminadas.
Desde aquí es posible expresar que la exposición de las mujeres en estas condiciones resultaría discriminatorio en tanto se las exhibe como un objeto sexual, encuadrándose su presentación en la forma de violencia mediática contemplada en el artículo 6 de la Ley 26.485 de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales. Las mujeres adultas, adolescentes y niñas no deben ser objeto de discriminación por su forma de vestir o comportarse, en tanto desde el Observatorio se considera que estas conductas son manifestaciones de los patrones socioculturales que sostienen y profundizan las desigualdades de género.
Por último, si bien un informe de este Observatorio sostiene que en AM se materializaron discursos estigmatizadores y discriminatorios entre septiembre de 2010 y abril de 2011, esto no significa que respecto a otros temas como la Ley de Matrimonio Igualitario y la Ley de identidad de gènero sus conductores/as y sus informes no hayan tenido intervenciones inclusivas y abordajes diversos. Por lo tanto, consideramos desacertado que “Pasión de Sábado” utilice conclusiones de este Observatorio que justifiquen y validen su propia práctica sexista y su accionar con la menor .
Ahora bien, rescatamos la oportunidad generada a partir de este episodio si posibilitó sumar al debate sobre las configuraciones que se realizan en torno a las construcciones sobre los géneros, en tanto los medios de comunicación son formadores de opinión y constituyen uno de los agentes de socialización más poderosos.
La imagen de las mujeres en los medios debe tratarse con el respeto, de forma inclusiva y con las garantías que fijan las leyes nacionales, de modo de contribuir a la equidad de género y promover el desarrollo de acciones libres de violencia hacia las mujeres.
Para más información ver:
http://www.obserdiscriminacion.gov.ar